Principales enfermedades respiratorias en el bebé y el niño

08.04.2020

Las infecciones respiratorias son aquellas que afectan a las vías respiratorias, bien sea en la zona alta (bronquios) o en la zona baja (pulmones). También las infecciones que afectan a las vías nasales, como la rinitis o la sinusitis. Las enfermedades más comunes que ocasionan problemas respiratorios en los niños son: bronquitis, bronquiolitis, neumonía, alergias y asma.

La información que le ofrecemos a continuación les ayudará a conocer los síntomas causados por las diferentes enfermedades respiratorias, así como saber reconocer cuando su hijo necesita atención médica urgente.

En todas ellas, acompañadas de los tratamientos prescritos por el médico, la fisioterapia respiratoria es verdaderamente útil para controlar y drenar el moco desde su inicio, evitando así que la enfermedad avance hacia el pulmón y que aparezcan signos más graves que puedan repercutir en el estado general del niño, como cansancio, decaimiento, dificultad para la alimentación y falta de descanso. Pincha aquí para conocer la Fisioterapia Respiratoria.


Nociones sobre el Sistema Respiratorio.

El tracto respiratorio es el trayecto que recorre el aire desde la nariz hasta los pulmones. Se divide en dos partes: el Sistema Respiratorio Superior y el Sistema Respiratorio Inferior.

Sistema Respiratorio Superior: Incluye las narinas, cavidades nasales, senos, faringe, epiglotis y laringe.

Sistema Respiratorio Inferior: Se compone de la tráquea, bronquios, bronquiolos y pulmones.

En los menores de 5 años, los síntomas de una infección respiratoria baja son generalmente más severos que aquellos que afectan la parte alta, e incluyen problemas para respirar, falta de aliento, sibilancia y respiración rápida. Cuando tiene estos síntomas, es recomendable llevar al niño al médico.


Enfermedades del sistema respiratorio superior.

  • Resfriado común o Resfrío:

Cerca de 200 virus diferentes pueden causar un resfriado común. Estos virus se trasmiten rápidamente de persona a persona a través del aire o del contacto directo, al tocar una superficie con gérmenes y tocar después nuestros ojos, nariz o boca. Por eso es tan importante lavar sus manos y las de su hijo.

Los síntomas comunes de un resfriado son: congestión nasal, romadizo (inflamación de la mucosa), estornudos, dolor de garganta, tos seca mediana o moderada y un poco de fiebre durante un día o dos.

  • Gripe o Influenza:

Enfermedad infecciosa, aguda y contagiosa, causada por un virus, que ataca al sistema respiratorio superior. Generalmente causa más complicaciones que un resfriado común.

Sus síntomas son fiebre con escalofríos, dolor y malestar en todo el cuerpo, dolor de cabeza, tos, dolor de garganta, congestión nasal, romadizo, cansancio y debilidad, posible dolor de estómago y vómitos en los niños.

  • Crup o Croup:

También conocida como laringotraqueobronquitis aguda, es una afección de las vías respiratorias superiores que a menudo afecta a los bebés y a los niños pequeños.

Generalmente es desencadenada por una infección viral que provoca inflamación en la garganta alrededor de las cuerdas vocales (laringe) y la tráquea.

Se reconoce por una "tos de perro" que empeora por la noche, puede durar hasta seis días. La mayoría de los casos ocurren en pacientes menores de un año, pero puede llegar hasta los tres años, con una incidencia máxima en niños entre tres y seis meses.

Síntomas: tos ronca o afónica (tos de perro), respiración ruidosa, afonía y garganta apretada.

  • Sinusitis:

La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales que puede ser causada por un hongo, una bacteria o un virus, o bien por una alergia.

En situaciones normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin embargo, las personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y sufren molestias y dificultades a la hora de respirar.

Los principales síntomas de esta enfermedad son: dolor y presión detrás de los ojos y en la zona maxilofacial, secreción y congestión nasal, pérdida parcial o total del sentido del olfato, fatiga y sensación de malestar general, dolor de cabeza, fiebre, dolor de garganta y goteo entre la nariz y la faringe, y tos que tiende a empeorar por la noche.


Enfermedades del sistema respiratorio inferior.

  • Virus sincicial respiratorio (VSR):

Aunque comienza en el sistema respiratorio superior, ésta es una de las infecciones del sistema respiratorio bajo más comunes en los niños (afecta al 90% de los menores de 2 años). Por lo general, el VSR causa síntomas leves parecidos al resfriado. No obstante, en un 20-30 % de los casos, esta infección se expande al sistema respiratorio bajo causando bronquiolitis (inflamación de las pequeñas vías respiratorias del pulmón) y neumonía (infección de los pulmones). El niño tendrá dificultad para respirar. Hay estudios que indican que los niños que han sufrido casos severos de VSR están en riesgo de desarrollar asma.

Signos y síntomas: parecidos al del resfrío común, tos y fiebre. En los casos graves, habrá necesidad de acudir al médico: respiración rápida y dificultosa, tiraje (contracción músculos del cuello y tórax al respirar), aleteo nasal, signos de fatiga o letargo y dificultad para la deglutir o ingerir líquidos.

  • Bronquiolitis:

La bronquiolitis es causada por una infección que se inicia en las vías altas, y en 24-48h progresa a las vías aéreas más pequeñas que llevan el aire a los pulmones (bronquiolos). Estas vías se inflaman, se hinchan y se llenan de moco, haciendo difícil respirar. Esta enfermedad afecta a la mayoría de los niños, es muy frecuente en los primeros dos años de vida, con una mayor incidencia entre los 3 y los 6 meses. La causa más frecuente es el VSR. Otros virus que pueden causar la bronquiolitis son adenovirus, influenza y parainfluenza. Se da con mayor frecuencia en los meses de otoño e invierno que en otros momentos del año.

Los factores de riesgo de bronquiolitis abarcan: exposición al humo del tabaco, tener menos de 6 meses, vivir en condiciones de hacinamiento, no ser amamantado y nacer antes de las 37 semanas de gestación.

Durante los primeros días, los signos y síntomas de bronquiolitis son similares a los de un resfriado: moqueo, nariz congestionada, tos y fiebre baja (no se presenta en todos los casos). Los siguientes signos y síntomas son motivos para buscar atención médica inmediata: vómitos, silbido al respirar audible, respiración superficial y muy rápida (más de 60 inhalaciones por minuto), aleteo nasal, tiraje, estado aletargado, dificultad para al comer o beber (la respiración se acelera) y cianosis peribucal, en uñas y en lóbulo orejas (la piel se torna azul).

  • Neumonía:

La neumonía (antes llamada pulmonía) es una infección del pulmón. Puede ser causada por múltiple microorganismos: bacterias, virus y hongos.

El inicio de una neumonía generalmente se caracteriza por un cuadro previo de resfriado, se habla muchas veces de "un resfriado mal curado", que luego compromete las vías respiratorias inferiores provocando la inflamación de los alvéolos. Éstos se llenan de pus y otros líquidos, lo cual dificulta la llegada del oxígeno al torrente sanguíneo. Se diagnostica usando rayos X.

Síntomas iniciales: similares a un resfriado, congestión nasal (nariz tapada), moqueo, tos y escalofríos.

Síntomas graves: respiración muy rápida de 50 a 60 respiraciones por minuto (en algunos casos, este es el único síntoma), respiración con sonidos tipo silbido o quejido, dificultad para respirar (aleteo nasales y tiraje musculatura accesoria de la respiración), fiebre, tos, vómitos, dolor de pecho, dolor abdominal (porque el niño está tosiendo y esforzándose por respirar), menor actividad, falta de apetito (en niños más grandes) o mala alimentación (en los bebés) que puede producir deshidratación, dificultad para dormir y en casos extremos, color azulado o grisáceo en los labios y las uñas de las manos.

  • Asma:

Enfermedad que se caracteriza por inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias apareciendo dificultad para respirar, sibilancias, presión en el pecho y tos.  El asma es un problema común en los niños, y es una causa importante de ausentismo escolar y visitas al hospital. Está muy relacionado con las alergias.

Los síntomas del asma se pueden desencadenar al inhalar sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes como: animales (pelo o caspa), polvo, moho y polen, ácido acetilsalicílico (aspirina) y otros medicamentos, cambios climáticos (tiempo frío), químicos en el aire o en los alimentos, humo del tabaco, ejercicio, emociones fuertes e infecciones virales, como el resfriado común.

Síntomas: Sibilancia (pitido en el pecho), tos (especialmente en la noche), dificultad respiratoria, falta de aire al hacer ejercicio o jugar y aumento del ritmo cardiaco.

  • Bronquiectasias:

Las bronquiectasias (BQ) son dilataciones anormales e irreversibles de los bronquios con alteración del epitelio ciliar. Pueden ser congénitas, si el bebé nace con ellas, o adquiridas, si se contrae después de nacer.

Las bronquiectasias no son una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia final de diversas patologías. Comienza con una agresión inicial que compromete el aclaramiento mucociliar, dificulta la eliminación de secreciones y permite la persistencia bacteriana en el epitelio bronquial, que a su vez favorece una respuesta inflamatoria.

Los casos por infección suponen un 35 por ciento, dentro de los cuales la mayoría son por tuberculosis. Otras posibles causas son por un cuerpo extraño en las vías respiratorias del paciente, la fibrosis quística y algunas afecciones genéticas.

Los períodos de signos y síntomas activos se denominan exacerbaciones y son: tos crónica con moco que puede contener sangre, sibilancias o crepitación, falta de aliento o dificultad para respirar, mucosidad de los pulmones del niño con mal olor, debilidad y fatiga, dedos de las manos o los pies en palillo de tambor y dolor de pecho.

  • Fibrosis Quística:

La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad genética autosómica recesiva, para que una persona desarrolle la enfermedad debe heredar los dos genes defectuosos, uno del padre y otro de la madre. Muchas personas portan el gen de la FQ, pero no manifiestan ningún síntoma. Principalmente afecta a los pulmones, páncreas, hígado e intestinos.

Se produce por una alteración en la proteína CFTR (proteína reguladora de la conductancia transmembrana), cuya función es mantener el equilibrio hídrico. Debido a este problema las secreciones se deshidratan, el moco es espeso y pegajoso, y se produce una alteración del transporte mucociliar. Este moco se acumula en las vías respiratorias de los pulmones y en el páncreas. Esto conlleva una obstrucción, inflamación crónica, y una futura colonización bacteriana.

Los Síntomas en el Sistema Respiratorio según la edad pueden ser:

  • Lactante: clínica de bronquiolitis
  • Edad preescolar: tos y episodios de broncoespasmo.
  • Niño mayor: bronquiectasias (tos productiva con esputo), neumonías de repetición o asma de difícil control


Síntomas en otros sistemas:

  • Afectación pancreática:

Insuficiencia exocrina (más del 85% de los pacientes)

Esteatorrea: diarrea caracterizada por la presencia de secreciones lipídicas en las heces. Desde el inicio o aumento progresivo.

Déficit de vitamina hidrosoluble: provoca alteraciones bucales con debilidad y sangrado de encías y pérdida de piezas dentales, anemia, hemorragias y retardo en la cicatrización de heridas, alteraciones dermatológicas y del cabello, disminución del ritmo de crecimiento, aumento de infecciones, fracturas, etcétera.

Retraso en el desarrollo.

Insuficiencia endocrina: intolerancia a la glucosa o diabetes.

Pacreatitis de repetición.

Afectación hepatobiliar.

  • Afectación Otorrinolaringóloga (ORL):

Pólipos y sinusitis.

  • Afectación intestinal:

Ileo meconial o bloqueo del intestino delgado de un recién nacido causado por un contenido intestinal excesivamente espeso, obstrucción intestinal y predisposición al reflujogastroesofágico (RGE).

  • Afectación genitourinaria:

Pubertad retrasada (85%).

Infertilidad masculina (95%) y fertilidad reducida en mujeres.


  • Atelectasia

La atelectasia es el colapso o cierre de una parte de los pulmones. En condiciones normales, el aire con oxígeno pasa a través de las vías respiratorias hasta los alveolos, y de éstos a la sangre. El dióxido de carbono realiza el recorrido a la inversa, pasa desde la sangre a los alveolos para ser expulsado fuera del organismo. En la atelectasia, el oxígeno y el dióxido de carbono no pueden atravesar los alveolos colapsados. 

La posibilidad de desarrollar atelectasia en menores de 3 años es mayor que en niños de más edad o en adultos.

En los lactantes, la atelectasia puede ser: congénita (presente en el nacimiento) o adquirida (causada por una condición adquirida).

Los factores de riesgo de atelectasia congénita son: parto distócico, inhalación de meconio o líquido amniótico y lesión del sistema nervioso central al nacer.

La gravedad del problema depende del grado de colapso en los pulmones.

La atelectasia es causada por una enfermedad o anomalía en el organismo que puede ser:

  • Falta de surfactante (frecuente en los bebés prematuros): el surfactante es una mezcla compleja de lípidos y proteínas que tiene como función primordial facilitar el intercambio gaseoso.
  • Bloqueo de las vías respiratorias: por inhalación de heces en el parto, inhalación de un objeto pequeño o por un tapón de mocos, se obstruye la vía impidiendo el paso del aire hasta los alveolos.
  • Infecciones pulmonares: la acumulación de líquidos que bloquean el aire que se dirige a los alveolos pulmonares.
  • Dificultad para respirar: el aire no es impulsado con suficiente fuerza en los pulmones para llegar a abrir todos los bronquiolos o alveolos.
  • Afectación nerviosa o de la musculatura respiratoria: inhibición del reflejo de la tos, dificultad para toser o dificultad para respirar profundo

Es posible que la atelectasia se desarrolle sin síntomas evidentes, pero en función de las partes afectadas los síntomas que puede ocasionar son sibilancias, fiebre, tos, y en casos más graves respiración corta y acelerada, agitación o color azulado de la piel.

En el caso de atelectasia, la fisioterapia respiratoria puede ayudar a tu hijo antes de que se produzca, evitando el bloqueo pulmonar en el caso de un tapón de moco, y posteriormente para reexpandir el pulmón, en este caso es importante tener en cuenta el factor tiempo. Mientras más tiempo pase desde que se produce el colapso, menor posibilidad de recuperación.


Es importante que los padres conozcan y controlen los síntomas de una infección respiratoria, así como la frecuencia de los episodios para evitar que estos problemas se cronifiquen y se coviertan en una enfermedad. 


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