INDIBA
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INDIBA
Se trata de un sistema de radiofrecuencia basado en la terapia celular activa.
Consigue generar la bioestimulación de los tejidos y la microcirculación, y promueve la hiperactivación metabólica, respetando al mismo tiempo la fisiología celular. Gracias a esto se disminuye el dolor y la inflamación, mejora la movilidad y acelera la recuperación de lesiones.
Funciona con un circuito eléctrico cerrado basado en la frecuencia 448 kHz, fundamento de la terapia celular activa.
La frecuencia 448 kHz favorece el desplazamiento de iones entre la matriz intra y extra celular, restaura la permeabilidad y el potencial de la membrana de la célula.
El equilibrio eléctrico celular optimiza la recuperación tisular, que a su vez se beneficia del aporte de oxígeno y nutrientes, vehiculados por la sangre. La activación circulatoria (microcirculación y vasodilatación) estimula la proliferación y la actividad metabólica de los fibroblastos, generadores de colágeno.
Su aplicación genera calor, y por ello, un aumento de la temperatura del tejido. Los efectos del tratamiento dependen de la temperatura alcanzada y del tiempo que la temperatura se mantiene en la zona tratada.
¿Cómo funciona Indiba?
Indiba se basa en el suministro de corriente térmica y no térmica, que se imparte en los tejidos a través de una serie de electrodos capacitivos y resistivos. Esta corriente alterna que se imparten por los electrones va a generar un movimiento de los iones en el interior del tejido, restableciendo el potencial eléctrico de la membrana celular, lo que a su vez va a equilibrar a los nociceptores y a las fibras inquietas. Dicho equilibrio permite el bloqueo de los estímulos de dolor, lo que va a generar un efecto analgésico en el paciente.
Además, todo este proceso estimula el metabolismo de la microcirculación, lo que va a permitir la proliferación temprana de las células sanas, para así favorecer la reparación de los músculos, los tendones y para la reabsorción de los hematomas.
Todos estos cambios celulares ayudan a la regeneración, reducción del dolor y al retorno de la actividad temprana…
¿Para qué se emplea la indiba?
La terapia con indiba se utiliza en todo tipo de lesiones musculoesqueléticas.
Disfunciones de suelo pélvico y a nivel abdominal (diástasis abdominal).
Es un excelente acompañante en los tratamientos de estética enfocados en el rejuvenecimiento de la piel y la reducción de imperfecciones no sólo a nivel facial sino también corporal.
Para el deporte profesional, en el área de la preparación atlética o de alto nivel de competición, prevención y en la recuperación de las lesiones traumáticas.
Objetivos de la indiba
Uno de los objetivos de la indiba es mejorar la aplicación de nuestro tratamiento manual, ya que la combinación de ambas técnicas mejora la preparación y reparación de los tejidos. Disminuye el dolor permitiendo ampliar los rangos de movilidad para obtener beneficios más notables desde la primera sesión.
Efectos de la indiba
Al aplicar la indiba, la respuesta que se produce en los tejidos es una hiperemia. Se aumenta el flujo sanguíneo a nivel profundo, lo que va a generar un aumento del oxígeno y de los nutrientes sobre los tejidos. Además, estudios han demostrado que la indiba estimula a la proliferación de las células madres.
Podemos clasificar los efectos en:
- Efecto analgésico sobre las fibras nociceptivas.
- Efecto antiinflamatorio, debido a la activación del metabolismo y el sistema linfático.
- Efecto antiedematoso, debido a la acción sobre el sistema circulatorio y el sistema linfático.
- Efecto consolidador, ya que actúa sobre el tejido óseo. Ayudando así a la regeneración post fracturas.
- Efecto cicatrizante, ya que actúa sobre las partes blandas acelerando su proceso de regeneración, gracias al aumento de la circulación y a la oxigenación de los tejidos.
- Además, la indiba ofrece efectos beneficiosos en medicina estética, ya que facilita la síntesis de colágeno y la actividad regeneradora de la piel.
Indicaciones:
- Patologías musculo-esqueléticas generalizadas.
- Tratamiento de patologías de suelo pélvico.
- Patologías agudas (roturas, hematomas, heridas sin entrar en la zona, etc).
- Procesos crónicos (artritis, artrosis, patología cervical, lumbar, etc).
- Procedimientos quirúrgicos.
- Rehabilitación física funcional (rango de movimiento).
Contraindicaciones:
- Marcapasos e implantes electrónicos.
- Embarazo.
- Piel dañada (heridas abiertas o quemaduras recientes).
- Tromboflebitis.
- Paciente oncológico. Paciente curado: puede ser tratado. Tumor activo: evita la zona del tumor así como los ganglios regionales. Durante tratamiento oncológico: pregunta al oncólogo responsable.
NO ESTÁ CONTRAINDICADO EN PRÓTESIS.